Sobre esto, no es que se haya escrito
un poco, sino que han corrido ríos de tinta, hay libros y cientos o
miles de tutoriales, por lo que evidentemente no pretendo ofreceros
aquí todo, entre otras cosas porque yo no lo se, solo pretendo ir
facilitando diferentes patrones sobre dicha actividad que al menos a
mi me han resultado muy útiles, y espero que a vosotros también.
Por lo tanto vamos con ello.
Imprimación:
Sobre este tema hay mucho que contar y
mucho que leer o aprender, no obstante aquí me voy a remitir a lo
básico, que es al fin y al cabo lo que yo utilizo siempre, es
sencillo y rápido, y no por ello menos efectivo, porque lo cierto es
que nunca me ha presentado ningún problema.
Hay varias decisiones que tomar antes
de empezar con ello, y para mi se presenta primero la más inmediata,
¿como voy a aplicarla?
A la misma se nos presentan dos
repuestas, que son o con aerosol o a pincel, lo cierto
es que no hay una mejor que otra, yo personalmente suelo gastar el
pincel, porque no se gasta tanta pintura, no obstante es más lento,
si tienes mucho que imprimar, lo mejor es ponerlo todo en fila,
dentro de una caja que haga de barrera para no manchar lo que tienes
detrás, y rociar primero por un lado y luego por otro tus piezas.
Yo suelo hacerlo con pincel, y para
ello solo doy un consejo, pintura diluida para aplicar una capa muy
fina, y asegurarnos de que se reparte uniformemente y sin
acumulaciones, asegurándonos así de no perder ningún detalle de el
modelo.
La segunda y última decisión a tomar
es el color, y yo personalmente lo soluciono rápidamente, elijo
entre blanco o negro, y la elección la baso en si
quiero que la pieza resultante sea más oscura y siniestra o más
luminosa, aunque he de reconocer que tengo una máxima, y es que todo
aquello que sea metalizado, lo imprimo en negro, ya que luego queda
mucho mejor.
Una vez tomadas estas dos decisiones,
solo nos tenemos que coger unos pinceles adecuados, una paleta
de mezclas (mismamente una bandeja de corcho), pintura y
agua (o el disolvente que haga falta según el tipo de
pintura) un trapo y papel de cocina para absorber el
excedente de pintura, y a imprimar nuestras miniaturas.
A continuación os muestro un pequeño
ejemplo de puertas y cajones imprimados, para proceder con el
pintado, como podemos ver, están en blanco salvo la puerta de metal
y las partes de metal del resto de las puertas (a estas les he
aplicado la imprimación negra demasiado diluida, pero era para
aprovechar lo que quedaba y habiéndolas imprimado previamente en
blanco sobraba para oscurecerlas y que el color metálico resalte.
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